Dicen
que hace 4500 millones de Años, rato arriba o abajo, un planeta llamado
Proto-Tierra impactó con otro un poco más pequeño cuyo nombre era Tea, aunque
en aquella época seguro que nadie llamaba así a estos astros, caso de que
existieran realmente.
Se sospechaba
una gran espectacularidad en el accidentado encuentro, pero ahora se ha venido
en descubrir que la espectacularidad fue mucho más grande de lo que se
sospechaba. Las rocas de ambos astros no se convirtieron en magma, tal como se
creía, sino en gas. Según las nuevas teorías, la energía del impacto y su
momento angular superaron con creces los cálculos de las precedentes hipótesis.
Ayer mismo lo publicaba la revista Nature.
Plenilunio |
A la
sazón, de aquel inusitado piñazo, y cuando los gases volvieron a condensarse
gravedad mediante, surgieron la Tierra y la Luna.
Eso es
lo que postula la ciencia, basándose en el estudio comparativo de ciertos
isótopos (yo creo que para terminar de cuadrarlo a la luz de las recientes
novedades, deberían revisar también los tiempos). Pero hay otras opiniones.
Algunos piensan que hubo impacto, pero fue de otra forma y aun en otro lugar, y
ven en el cinturón de asteroides que hay entre Marte y Júpiter una clara
consecuencia del violento suceso. Otros creen que el mítico planeta Niviru tuvo
algo que ver en la fiestuqui cósmica, bien hallándose en el ajo sin comerlo ni
beberlo, o bien siendo causante y protagonista del caso.
Incluso
hay quienes afirman que la Luna es una enorme bola artificial (naturalmente
hueca) manufacturada por alguna remota civilización, que se quedó en la órbita
terrestre, sin que se sepa por qué, después de un largo viaje de incógnito
propósito, cuyo origen, destino y tripulación permanecen también en el misterio,
al no haberse encontrado hasta la fecha el preceptivo cuaderno de bitácora o,
en su defecto, la reveladora caja negra. Vaya, una cosa parecida a ese enorme
trasto llamado “Estrella de la muerte” que sale en la popular serie de
películas “La Guerra de las Galaxias”, solo que con la superficie tuneada para
pasar más desapercibida.
Creciente |
Yo no
sé a qué atenerme, ni con cuál de estas y otras conjeturas quedarme, por eso me
limito a contemplarla de vez en cuando, a gozar su belleza y a fotografiarla
cuando puedo. Bueno, alguna vueltecilla le doy también al estudio de sus
movimientos, sus fases y sus cosas; algún rato dedico a conocer su influencia en nuestra historia, desde los mitos y las leyendas hasta el notable influjo que ejerce en todo nuestro acontecer, sin olvidar en ningún momento
su dimensión poética.
También,
y por causa de saber cómo se llama lo que veo y lo que fotografío, le vengo
dando parte de atención a la selenografía y a la toponimia lunar, cosa harto
interesante por su relación con la historia de la astronomía.
En
cualquier caso, y sea cual sea su origen, la bella Selene está donde está y es
como es. Y si no estuviera ahí o no fuera como es, nosotros no estaríamos aquí
o no seríamos como somos.
El Mare Imbrium |
El Mare Insularum |
El Mare Nubium |
Cráteres del Sur |
Desconocía que hubiese una teoría de que la luna fuese hueca, sino es mucho pedir, podrías ampliar algo sobre el tema.
ResponderEliminarGracias anticipadas y un saludo.
Hasta donde yo se hay varias hipótesis sobre esto, Isabelo.
ResponderEliminarAlgunas postulan que se trata de una formación natural, que la evolución de los discos de acreción protopalnetarios y protolunares provoca que estos cuerpos sean esferas huecas o que tengan un considerable vacío en su interior.
Esto afectaría a todos o casi todos los planetas y sus satélites naturales. También a la Tierra y a su luna.
Pero hay quienes sostienen que la Luna no es un satélite natural, sino artificial, y la suponen hueca y llena de artificios procedentes de alguna remota civilización, creen que es una gran esfera metálica, hueca y recubierta de polvo y rocas para protegerse mejor de las inclemencias cósmicas.
Estos basan sus conjeturas en diversos aspectos del astro, como la geometría circular de la órbita, la forma de los cráteres, su fondo y la diferencia de su número en una y otra cara. También apoyan sus hipótesis en la respuesta del satélite a diversos experimentos humanos, principalmente impactos controlados de artefactos científicos.
Los defensores de estos postulados aseguran que nuestra Luna no es el único gran objeto de estas cracterísticas que hay en el sistema Solar. También, y entre otros, incluyen en la Flota Estelar a Iapetus, una pequeña luna de Saturno. Ciertamente este satélite llama la atención por una extraña formación que lo asemeja a dos semiesferas unidas, pues se ve una extraña prominencia larga y recta que parece un cordón de soldadura de los de las botellas de butano, o algo así. Te sugiero que busques imágenes de "Iapetus" o "Japeto" y juzgues por ti mismo.
Yo no pongo la mano en el fuego por ninguna conjetura, hipótesis o teoría de estas, ni de las otras. Confieso que no tengo ni idea y, de momento, me limito a observar y a hacer fotografías. Si en alguna ocasión veo abrirse la escotilla, tú serás una de las primeras personas en saberlo.
Un saludo, Isabelo. Y gracias por tu comentario.
Muchas gracias, superinteresante y sobre todo para los montañeros aventureros. Será cuestión de preparar una expedición a los Montes de Toledo de Japeto ¡¡¡Que pasado!!!
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