domingo, 26 de marzo de 2017

M 100 en el gran cúmulo de Virgo

Entre las constelaciones de Virgo y Leo puede verse un gran número de galaxias de muy diversas formas y tamaños.
Aquí expongo un fragmento de este cúmulo, en el que destaca la galaxia M 100.
Esta galaxia espiral tiene un radio de unos 3500 años luz, y está situada a unos 53 millones de años luz de nuestro sistema solar.


Datos de la toma.
Lugar: Camuñas.
Fecha: 250317
Tomas: 25x30´ a ISO 3200
Telescopio SW ED 80/600 a foco primario.
Cámara: Canon 600DA
Software: ST y PS.

jueves, 2 de marzo de 2017

Tránsito de Ío

Ahora que los exoplanetas giran por todos los medios de comunicación gracias al feliz hallazgo del sistema Trappist 1, voy a exponer aquí un retrato del sistema joviano que, al parecer, es similar en formas y en tamaños al de la enana roja.
Y es que Júpiter posee los elementos y las características necesarias para aspirar a ser una de esas pequeñas estrellas tan abundantes en la galaxia (tres de cada cuatro estrellas son enanas rojas del tipo Trappist 1). Un poco más de masa y nuestro gigante gaseoso se enciende, haciendo del Solar un sistema estelar doble.
Nuestra vecina, Alfa Centari, también es múltiple. Y la más cercana a nosotros de sus estrellas, Próxima Centauri, también es una enana roja con al menos un planeta dando vueltas a su alrededor.
La idea de que algún día el que fuera dios griego, dios romano y planeta acabe siendo estrella no es, en modo alguno, descabellada ni delirante. Eso sí, de producirse tal acontecimiento las cosas cambiarían drásticamente para todo el sistema, y nuestras noches ya no serían lo que eran.
En tanto sucede o no la cósmica ecpirosis, los aficionados a estas cosas seguimos a lo nuestro. Y ahora, emulando a los astrónomos que buscan exoplanetas en los tránsitos y microeclipses de lejanas estrellas, yo he fotografiado este paso de Ío sobre Júpiter para ir abriendo la temporada del gigante gaseoso que alcanzará su oposición el día 7 de Abril del corriente 2017.
Cuando el planeta sea ascendido a estrella, y por diversos motivos, no podremos ver sobre su superficie la sombra proyectada por sus satélites, para entonces ascendidos a la categoría de planetas.
El Universo nunca se está quieto, al menos en apariencia.

Júpiter con Calisto, Europa, Ío y la sombtra de Ío en tránsito